Los hongos cromógenos de pudrición presentan una amenaza significativa para la integridad de las estructuras de madera debido a su capacidad para descomponer los componentes clave de este material.
Comprender los diferentes tipos de pudrición y aplicar medidas preventivas adecuadas son fundamentales para conservar y proteger las estructuras construidas con madera.
Tipos de pudrición:
a. Pudrición parda: Este tipo de hongo se enfoca en descomponer la celulosa, dejando la lignina relativamente intacta. Como resultado, la madera pierde su resistencia y solidez, lo que puede debilitar las estructuras construidas con este material.
b. Pudrición blanca: Estos hongos atacan tanto la lignina como la celulosa en la madera. Aunque la lignina es su principal fuente de alimento, también afectan la celulosa de manera secundaria. La descomposición resultante puede comprometer la durabilidad y la integridad estructural de la madera.
c. Pudrición blanda: Este tipo de pudrición afecta principalmente a la celulosa, especialmente en entornos húmedos. Los hongos cromógenos de pudrición blanda pueden prosperar en condiciones de alta humedad, debilitando la celulosa y reduciendo la resistencia de la madera con el tiempo.
La presencia de humedad favorece el crecimiento de estos hongos, lo que hace que el control de la humedad sea una medida esencial para prevenir su proliferación.
La aplicación de tratamientos protectores a la madera y la eliminación de fuentes de humedad son estrategias clave para prevenir y mitigar los efectos de la pudrición causada por estos hongos.
Estas acciones son esenciales para garantizar la durabilidad y la seguridad de las estructuras de madera a lo largo del tiempo.
